TFOS Taller Internacional sobre las molestias ocasionadas por las lentes de contacto
Parece obvio que las interacciones de una lente de contacto con la superficie ocular y la película lagrimal sean críticas respecto a una utilización exitosa de las lentes y en el desarrollo de la CLD. Este subcomité investigó el impacto de las lentes de contacto en la superficie ocular y trató de vincular estas interacciones al desarrollo de la CLD. Una revisión exhaustiva de la literatura científica identificó varias decenas de alteraciones en los tejidos superficiales oculares que pueden ocurrir como resultado del uso de lentes. Aunque muchas de ellas resultan muy dolorosas (por ejemplo, queratitis microbiana), se determinó que este tipo de complicaciones patológicas obvias no eran competencia de este ejercicio y que el subcomité examinaría sólo posibles alteraciones de los tejidos que estuviesen asociadas con la CLD (como se definió anteriormente), y no analizaría el dolor que permanecía una vez retiradas las lentes.
La córnea sirve como superficie principal, donde se “sienta” la lente, y podría ser un factor relevante en la CLD en lo que se refiere a su neurobiología. Sin embargo, no se han relacionado con la CLD cambios morfológicos y apoptóticos en el epitelio de la córnea ni tampoco se han relacionado con cambios en la función de barrera del epitelio corneal. A pesar de las muchas publicaciones que examinan la tinción corneal asociada al uso de las LC (lentes de contacto), en general, un vínculo entre la CLD y la tinción corneal parece ser, a lo sumo, débil, y no es un factor importante para la mayoría de usuarios de LC. No se demostró una asociación entre cambios estromales (densidad de queratocitos, opacidades estromales, infiltrados estromales, y neovascularización del estroma), endoteliales, o limbares (enrojecimiento o deficiencia en células madre) y la CLD provocados por el uso de las lentes. Mientras que la hipoxia puede ser una complicación causada por muchos tipos o diseños de lentes, no pudo establecerse ninguna asociación específica con cambios de hipoxia o el marcador de hipoxia directamente a la CLD.
Un tejido que se relacionó más estrechamente con el desarrollo de la CLD resultó ser la conjuntiva. En algunos estudios se llegó a la conclusión de que la tinción en la conjuntiva bulbar, típicamente observada usando verde de lisamina, está asociada con la CLD, especialmente la tinción relacionada con el borde de lente blanda, y esto puede estar relacionado con el diseño del borde de la lente. Mientras que el diseño del borde y el módulo pueden estar relacionados con cambios en el epitelio de la conjuntiva, no parece haber ninguna relación entre este cambio de tejidos y la CLD. La hiperemia bulbar no estaba vinculada a la CLD. En algunos usuarios con CLD se producen cambios citológicos en la conjuntiva bulbar, pero los muchos meses que se necesitan para revertir estos cambios, argumenta en contra de una con la CLD, ya que la CLD se alivia rápidamente quitando la lente de contacto del ojo.
La conjuntiva palpebral tiene un papel importante en el control de la interacción con la superficie ocular y la lente. Dos cuestiones específicas potencialmente ligadas a la CLD son; las alteraciones de las glándulas de Meibomio y las alteraciones en el borde anterior de la conjuntiva palpebral a medida que se mueve a través de la superficie de la lente (la denominada zona "limpiaparabrisas''). El uso de lentes de contacto parece afectar la función de las glándulas de Meibomio y una reducción en la función de la glándula de Meibomio se ha asociado con el uso de lentes de contacto, pero se requieren más estudios para confirmarlo. Las alteraciones en la zona "limpiaparabrisas" son más comunes en los usuarios de lentes de contacto que son sintomáticos, y algunos estudios han relacionado estos cambios en el tejido a la CLD. Sin embargo, es necesario seguir trabajando para investigar si la epiteliopatía del párpado durante el parpadeo (LWE, por sus siglas en inglés para Lid Wiper Epitheliopathy) es causada por las propiedades específicas del material de la lente, si la LWE superior es más o menos relevante que la LWE inferior, si hacer cambios a las propiedades, gotas humectantes o soluciones de las lentes de contacto puede influir positivamente en el grado de LWE y en qué medida la modificación de LWE aliviará la CLD. Finalmente, el borde del párpado está colonizado con más frecuencia con microbios que la conjuntiva, pero varía entre usuarios. El papel de la microbiota del párpado sólo se ha estudiado superficialmente durante la CLD y esto también es un área digna de estudio en el futuro, dado que las toxinas microbianas pueden afectar la comodidad ocular.
Como conclusión, existen algunas pruebas disponibles que sugieren una relación entre los cambios en la conjuntiva y los párpados con la CLD, siendo la evidencia más sólida la relacionada con las glándulas de Meibomio y los cambios en la LWE. No se logró descubrir evidencia convincente respecto a un vínculo entre la CLD y cualquiera de las otras formas de cambios en los tejidos asociados a las LC. Los estudios futuros se beneficiarían de diseños longitudinales que traten de entender los cambios fisiopatológicos que se producen en los nuevos usuarios a través del tiempo, y si los cambios en los materiales, diseño, adaptación, y otros factores relacionados con las lentes influyen en estos cambios en los tejidos. Los estudios también deberían examinar si la magnitud y la frecuencia de estos cambios pueden estar relacionados con la magnitud y la frecuencia de la CLD.